Ante las adversidades ¡CRECE!
Después de una crisis, nunca volverás a ser quien eras. Te transformarás en una persona más fuerte o más débil: más evolucionada o resentida. Sólo tú determinas cómo será el cambio.
Ante una adversidad las personas actuamos de formas muy distintas. Algunas se enfadan, se revuelven y desean herir a los demás. A otras personas les ocurre lo contrario; se paralizan, se sienten tan desbordadas por la situación que ni siquiera son capaces de reaccionar. Y hay quienes se comportan como víctimas, culpan a los demás de haberles arruinado la vida, entran en una espiral de pensamientos y sensaciones infelices: "No hay derecho" "Mira lo que me han hecho ahora".
Pero también hay personas que se enfrentan a la angustia inevitable de su primera reacción, se orientan rápidamente en la nueva realidad y se adaptan a nuevos retos inmediatos. Reaccionan y, a menudo, entran en una espiral positiva de la que acaban saliendo más fortelecidas y mejor que antes. Son las que han hecho uso de la resilencia; la capacidad que tenemos para sobreponernos a las crisis, resolver conflictos y salir fortalecidos de la experiencia.
El resilente ¿nace o se hace?
Las personas resilentes sobreviven sin traumas al cambio constante. Esperan responder y confian en poder hacerlo. Para que tengan un truco para encontrar oportunidades de mejora en circunstancias en las que muchas otras personas sólo pueden ver mala suerte.
¿Y cómo lo han conseguido?
Hay quienes creen que una persona con tal resistencia nace así, y en ningún caso se hace. De hecho, es en la infancia y la adolescencia donde la mayoría de las personas consideradas resilentes han tenido la oportunidad de sacar recursos donde otras habrían desfallecido. Por ejemplo Boris Cyrulnik autor de los patitos feos, y divulgador del concepto de resilencia, logró huir de un campo de concentración en el que estaba destinado a desaparecer, y deambuló por centros de acogida hasta ir a parar a una granja de beneficencia.
Una experiencia que auguraba un futuro adulto convertido en una persona conflictiva con problemas mentales. Sin embargo, acabó convertido en un neuropsiquiatra, psicoanalista y experto de la etología humana. Es cierto que hay personas que nacen con grandes recursos de resistencia y habilidades, para la supervivencia, pero, según Al Siebert (autor de la Resilencia Construir en la adversidad, Alienta Optimiza), estos recursos se hallan al alcance de cualquiera, pues todo el mundo posee una presdisposición innata para resistir y sacar provecho de los cambios.
La mente, especialista en crear dramas
¿Nunca te has preguntado porqué las situaciones negativas de tu vida, especialmente en la infancia, tienen la capacidad de traumatizarte "de por vida" mientras que todas las muestras de amor, cuidados, atención fisica y apoyo emocional que has recibido parecen no ser suficientes para garantizarte la felicidad? Sencillamente, porque tiendes a identificarte con lo "malo" e ignoras todo lo demás, que, por otra parte, podría estar alimentando tu satisfacción, tu optimismo, tu confianza en ti mismo, tu resilencia. No se trata de una decisión acertada, pues actuar así puede dejarnos, fuera de juego cuando en la vida se nos presente un revés de gran magnitud dramática.
Según Miguel Ruiz (los cuatro acuerdos) la mente es especialista en crear dramas. Y en cuando no los hay, se los inventa. Y siempre encuentra algún pequeño conflicto que magnificar cuando no los hay de grandes. El problema es que tenemos una fácil tendencia a identificarnos con el drama, a darle protagonismo en nuestra vida, ignorando todo lo bueno, que tanto nos ha costado conseguir.
Marié Morales
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