La ablación - La cara desnuda de la mujer árabe
" Una noche, cuando tenía seis años, y yacía confortable y plácidamente en mi cama, en un agradable estado a medio camino entre la vigilia y el sueño, imaginando que un cortejo de hadas encantas revoloteaba por los aires de mis dulces ensoñaciones infaltiles, sentí, de pronto, que algo se movñia bajo las sábanas. Parecía como una enorme mano, fría y ápera, que me manoseaba el cuerpo como si buscara algo. Casi al mismo tiempo, otra mano fría y áspera y grande como la primera, me tapó la boca para impedorme gritar. No sabía que parte del cuerpo me habían cortado y no intenté descubrirlo, simplemente lloraba y llamaba a mi madre pidiendo ayuda. Pero, cuando miré alrededor, el golpe más duro fue descubrir a mi madre allí, de pie, a mi lado. Sí, era ella, en cuerpo y alma, no me estaba confundiendo, allí en medio de todos esos extraños hablándoles y sonriéndoles, como si, apenas hacía unos minutos, no hubieran participado en el sacrificio de su hija. Con mi hermana hicieron otro tanto, una vez acabaron con el "sacrificio" ambas nos miramos y descrubrimos en que consistia todo: Ya sabemos lo que es. Ya sabemos en qué consiste nuestra tragedia. Hemos nacido de un sexo especial, el sexo femenino. Estamos destinadas a parecer la miseria y a vivir con una parte del cuerpo mutilada por unas manos frías insensibles y crueles".
Nawal Al- Sa'dawi
Es una de las mayores atrocidades a las que puede ser sometida una mujer. La ablación, o amputación parcial o total del clítoris, ha marcado de por vida a unos 130 millones de mujeres en el mundo. Una de ellas es la modelo somalí Waris Dirie, embajadora de la ONU en la lucha contra esta aberrante mutilación
la larga batalla contra la ablación
- Las cosas van realmente bien y se ha avanzado mucho en los últimos diez años. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Desde las Fundaciones se trata de sensibilizar al mundo para que vea esta tragedia y, además de crear un centro de información, estamos en un proyecto para fomentar la investigación sobre todo lo relacionado con la ablación. Los Gobiernos no están reaccionando tan rápido como gustaría, pero sí son conscientes de la gran magnitud de este problema, que es fundamentalmente cultural.
cifras concretas sobre las mujeres sometidas a esta brutal práctica
- Es muy difícil conseguir datos exactos, porque al tratarse de un tema tan extremadamente sensible la gente prefiere no dar cifras. Sin embargo, su dimensión es enorme porque no es algo que afecte exclusivamente a los países africanos, sino también a Europa y a España, donde hay colonias de inmigrantes que mantienen sus tradiciones.
la clave para acabar con esta tragedia
- La integración y la educación, sin duda alguna. Hay que sensibilizar a los ciudadanos de la necesidad de acabar con esta práctica.
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