Una visión feminista sobre la violencia feminicida


La antropóloga mexicana Marcela Lagarde dijo en Madrid que los crímenes contra niñas y mujeres 'tienen que ver con un problema de los hombres' ya que la violencia de género 'es constitutiva de la condición del género masculino'.

En el marco de la inauguración del seminario iberoamericano sobre asesinatos de mujeres en Casa de América, Lagarde pronunció la conferencia 'Una visión feminista sobre la violencia feminicida', en la que explicó el fenómeno de los crímenes contra las mujeres y niñas en México.

En los últimos 15 años, sólo en Ciudad Juárez, en el estado mexicano de Chihuahua, se produjeron 400 feminicidios de niñas y mujeres. En 2004, según las cifras oficiales de 30 de los 32 estados del país, 1.205 niñas y mujeres fueron asesinadas, lo que supone una media de 4 víctimas diarias, o lo que es lo mismo, una niña o mujer cada seis horas. En total, desde 1999 hasta 2005, las cifras oficiales reconocen más de 6.000 feminicidios.

Por feminicidio, Lagarde entiende el 'conjunto de violaciones contra los derechos de las mujeres', que incluye cualquier acto o conducta tendente a ocasionar daño a niñas y mujeres, 'que en ocasiones culmina con la muerte violenta'.

'Lo peor de todo es la impunidad que permite una situación de ilegalidad que contribuye a poner en riesgo la vida de las niñas y las mujeres', estimó la antropóloga mexicana.

Los crímenes contra mujeres, sostuvo, tienen que ver con un problema de los hombres, porque la violencia de género es constitutiva de su condición de género. Añadió que los hombres mexicanos necesitan mostrarse como seres violentos desde su infancia, porque si no se les considera poco hombres.

Según Lagarde la violencia de género es una 'política patriarcal de dominación estructural que está basada en el sexo y la sexualidad', lo que contribuye a 'reproducir el dominio, la opresión y la supremacía'.

'La violencia es estructural', ya que se puede probar que es mayor o menor en función de las cifras de 'exclusión', 'monolingüismo', los límites del uso del tiempo y del espacio', acotó.

En ese sentido, consideró que en la sociedad las mujeres ocupan un lugar 'semihumano y semiciudadano', un puesto 'secundario, subalterno y subordinado' que se les asigna de manera patriarcal.

Por parte de las autoridades mexicanas, la antropóloga denunció que ese patriarcalismo existe incluso entre quienes tienen la potestad de administrar justicia, ya que ellos tienen una 'visión misógina' del problema y en ocasiones muestran a las víctimas como culpables o responsables de la agresión padecida.

Asimismo, explicó que la violencia 'busca el control de las mujeres como género' funcionando como una manera de educación ejemplarizante a través del 'daño y debilitamiento para producir miedo y sufrimiento'.

Algunos hombres, prosiguió, gozan provocando miedo y dolor no sólo físicamente sino en las extensiones de la persona, tales como la vestimenta, los hijos, la corporalidad, sus bienes, entre otros, lo que 'provoca una limitación de las potencialidades' de la mujeres.

Sobre el caso de Ciudad Juárez, Marcela Lagarde afirmó que en base a las investigaciones realizadas, no es el peor caso en México, ya que en otros estados o incluso en el mismo estado de Chihuahua hay municipios con un índice de feminicidio mayor que en la citada localidad. Sin embargo, insistió en que no se deben comparar cifras absolutas sino analizar el número de mujeres asesinadas por cada 10.000 habitantes.

'Al investigar Ciudad Juárez se descubrieron otros caso iguales o incluso peores', dijo. Ese es el caso de los estados de Quintana Roo, Guerrero, Acapulco, Chiapas, Nayarit y México (estado), así como el cercano país de Guatemala.

Afirmó que en todos estos casos se observa que los feminicidios tienen 'una estrecha relación con el clima de ilegalidad e impunidad'. Para luchar contra este fatal fenómeno, que aseguró no sólo es propio de determinados hombres psicópatas --como en ocasiones se señala-- sino de todos en general, es fundamental la colaboración de las autoridades legislativas y judiciales. En la tarea, explicó que es principal la labor de los medios de comunicación 'para la lucha de conseguir que la causa de la vuelta al mundo'.

Además, Lagarde señaló que el papel del Estado es crucial porque 'si no es democrático, entonces normaliza y ejerce la violencia contra las mujeres' y garantiza la impunidad de género. 'El estado que no garantice la vida, la libertad y los derechos para las mujeres no es democrático', opinó.

Finalmente, recordó que también se debe lograr reducir y eliminar la gran desigualdad de las mujeres, porque además del feminicidio hay otro tipo de muertes 'que si son evitables y prevenibles, también se consideran muertes violentas'.

Entre ellas señaló las muertes por accidentes de tráfico o accidentes domésticos, los suicidios en lugares donde no hay altos índices de homicidios de niñas y mujeres, los atropellos o las muertes maternas'.

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