Cómo caza un psicópata II


Etapa segunda: fascinación.

Como hemos visto el psicópata es una persona aparentemente encantadora. Habla con facilidad, tiene modales sugerentes, sabe "cómo mirarte", decirte las cosas que te gusta oír. Se muestra seguro, parece que "sabe lo que quiere" en cada momento (¡y desde luego que lo sabe: sólo que no es lo que tú piensas!). Te puede llevar- dependiendo del dinero profesión que tenga- a lugares hermosos, puede hacerte incluso regalos caros. Si no tiene una profesión "fija" o vive de dar sablazos, pedirá prestado dinero para impresionarte, o te dará una buena razón para que te engargues tú de los gastos "sólo al principio".

Sea como fuere, tú estás realmente emocionada. ¡Qué suerte he tenido!, piensas. ¡Es tan increible! Por otra parte, muchas veces- Hagámosle justicia- es realmente divertido e interesante, o ambas cosas a la vez. Los caminos para conocer a un psicópata son muy variados. En España hay aproximadamente 800.000, es cuetión del destino que des con uno (sin embargo,lo que suceda luego en buena medida depende de ti)Por otra parte, ha tenido mala suerte. A pesar de ser un hombre extraordinario, el amor no le ha sonreído. Él mismo puede reconocer que quizás es alguien "difícil", pero.... ¡Ahí estás tú para superar ese reto!. No sólo te parece brillante y seductor, sino que su situación alumbra dentro de ti tu faceta de rescatadora, de mujer "elegida" que al fin puede liberarle de la oscuridad. Y así creyéndote tú que eres alguien diferente, te dejas seducir por la idea de enamorarte de un hombre que sólo necesita lo que únicamente tú puedes ofrecerle."

Fue tan encantador, tan tranquilizador, tan cariñoso... se ofreció para todo lo que necesitara. Me echó en cara que no le hubiera llamado antes y me recomendó a un estupendo cirujano. Me llevo fotos de nuestros tiempos en Irlanda. Ahí, empezó todo. Estuvo conmigo durante la operación de mi padre. Iba a vernos todos los días dos o tres veces, me sacaba a cenar y a desayunar. Y me hablaba: habia tenido varias relaciones fracasadas, las mujeres lo habian tratado fatal, sus padres no le comprendian... incluso habia estado a punto de casarse y su novia lo había dejado en el último momento; se sentía muy solo. Había una chica que le gustaba y pareció que ella también pero no habia nada claro.

Aquellos dias de julio fueron como un sueño para mí: cenas, conciertos, y sobre todo cariño ( yo tenía el corazón roto, absolutamente " acartonado"). Noté que me empezada a gustar demasiado. Cuando le conté lo de mi marido me decía cosas como "No sabe lo que se ha perdido; una mujer tan interesante y tan encantadora como tú, etc. Y a veces incluso dejaba caer un " En otras circunstancias, te tiraria los tejos".

Hablaba medio en broma, pero sus miradas, su actitud incluso fisica mí estaba muy clara. Cuando hablabamos de sus fracasos sentimentales y de sus problemas profesionales noté que siempre eludía las posibles culpas y responsabiliades, y aunque algunas cosas me espeluznaban ( me contó que una de sus novias la había dejado por ser diabética, ya que no podía soportar que se me muriera) me enganchaba cada vez más a él.

Observa que Anabel no estaba completamente inerme ante su futuro agresor. Tenía el arma de su intuición, que le dió un aviso poderoso; la hizo estremecerse cuando escuchó el comentario de Juan sobre su novia diabética. Sin embargo, ella hizo caso omiso. Cada vez " se enganchaba más a él". A medida que se desarrollaba la relación, lo que va a hacer Anabel es neutralizar sistemáticamente su intuición y, mucho más, negar y borrar de su memoria todo conocimiento claramente consciente de que este hombre podia ser alguien muy peligroso para su salud psiquica.

"Paso el verano del 96 no nos vimos... es un decir. Yo volví de vacaciones el 21 de agiosto y el 23 nos acostamos por primera vez. Yo estaba en Burgos, hecha polvo, y ! casualmente! me llamó para preguntar por mi padre. Resumen fui a Madrid a verlo, se empeño en enseñarme su casa nueva ( la que iba a compartir con la novia que lo habia dejado casi en el altar), y pasó lo que pasó. Él era un gran amante, pero daba la sensación de que no "sentia" como yo ( segundo aviso de la intuición).

El decía que no quería emocionarse demasiado para que yo me lo pasara mejor, pero digamos que sus palabras ( volcánico, todo pasión, vehemente) no estaban en relacíón con su expresión y su actitud física.

Aquella maravillosa tarde- que nunca olvidaré- hablamos de muchas cosas. Bueno, sobre todo habló él, para entonces yo estaba profundamente enamorada. Hablamos de sus muchas novias, confesó que a todas les había sido infiel. Llegó a tener novia "oficial" y dos amantes a la vez, una de ellas casada con un compañero de su trabajo. La verdad es que me asusté un poco. La despedida en la estación fué terrible, los dos llorando.

Ahora ya no es necesario que la avise la intuición. Su misión principal es darnos una señal emocional ( desagradable) que nos indica que algo, que todavía no sabemos muy bien qué es, no funciona. En estos momentos Juan sabe que ya ha seducido a su presa. No tiene por qué ir con tanto cuidado. Antes " habia tenido mala suerte con las mujeres" ahora ya puede reconocer abiertamente que él ha sido un sujeto poco fiable, incluso destila bravuconería (¡tan querida a los psicópatas, siempre con su sentimiento de superioridad!) novia oficial y dos amantes a la vez, una de ellas esposa de un compañero de trabajo. Piensa con detenimiento: lo de Juan está mostrando que es alguien sin principios, un desvergonzado, pero algo más. Está poniendo de relieve que disfruta en esta situación, se excita con el peligro de relaciones tan complejas; está escribiendo con letra bien clara que necesita engañar para sentirse superior y " realizado". Anabel ¿a qué esperas para salir huyendo?.

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