Aprende a sentir
Estar atentos y percibir la realidad de una forma más amplia e intensa nos hace más conscientes y aumenta nuestra paz interior.
¿Has oído alguna vez el sonido de un abrazo? Una imagen tan bella como enredarse y fundirse con otra persona emite una melodía: una banda sonora que acompaña tan precioso instante.
Todo tiene un sonido, una mirada, una naranja, un te quiero, un refresco o el cerrar y abrir de una puerta. Percibir la realidad desde sentidos diferentes a los que sueles utilizar te conecta con la vida y contigo mismo, reduce el conflicto y el estrés y, por tanto, aumenta tu propia bienestar.
Cuando reconoces lo silenciado, percibes más sentido, más autenticidad y sinceridad a tu alrededor; ves, en definitiva, más amigos y menos problemas. Acostúmbrate a escuchar los momentos, lo que no se oye, lo que aparentemente solo se ve o solo se toca. El mundo se manifiesta en cada detalle y te canta una delicada canción.
Redescubrir la realidad.
Provoca silencios. Así tu oído se acostumbrará a oír aquello que ahora no se oye.
Acaricia los ingredientes con los que vas a preparar la comida, tus sábanas, las plantas de tu balcón, el lápiz antes de escribir, la llave que te abrirá la puerta, la ropa que te protegerá... Cuando acaricies, sé consciente de ello y agradece todos los detalles que te rodean y que te hacen la vida más agradable.
Da más abrazos, intercambia más miradas y escucha lo que nadie oye. Coge las manos de tus amigos con más asiduidad. Acaricia los rostros de los niños. Besa a tus mayores. Da más besos y detente en ellos un poco más: escucha su canción. Accederás a una realidad inmensa que te llenará y en la que te sobrarán las palabras para expresar tantas bellas sensaciones.
Todo tendrá más sentido, menos penas y más alegrías.
Santi López Villa
Psicoterapeuta Autor de Re-Ser
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