El camino hacia el amor:
También ocurre que, a medida que reconocemos al otro verdadero, en taanto accedemos a todas sus luces y sus sombras, lo elegimos y lo aceptamos, accedemos al amor. Así como el enamoramiento es desconocimiento, el amor es conocimiento. No todo enamoramiento acaba en amor, pero sí todo amor pasó por enamoramiento.
Para llegar al amor, a menudo se nos exige que salgamos de nuestros estrechos moldes de género, que abramos nuestras mentes, cuerpos y corazones al encuentro con lo diferente, que pongamos el acento antes en el encuentro que en la búsqueda. Cuando nos permitimos trascender los estereotipos, aparece el otro o la otra como alguien opuesto y complementario. Podemos decubrir que alguién es protector y fuerte aunque carezca de músculos y fortuna. Descubrimos que el deseo es también femenino y que el romanticismo es también masculino, y que se expresan de un modo distinto, pero siempre auténtico, en unas y en otros. Tanto en las acciones como en las palabras.
También ocurre que, a medida que reconocemos al otro verdadero, en taanto accedemos a todas sus luces y sus sombras, lo elegimos y lo aceptamos, accedemos al amor. Así como el enamoramiento es desconocimiento, el amor es conocimiento. No todo enamoramiento acaba en amor, pero sí todo amor pasó por enamoramiento.
Para llegar al amor, a menudo se nos exige que salgamos de nuestros estrechos moldes de género, que abramos nuestras mentes, cuerpos y corazones al encuentro con lo diferente, que pongamos el acento antes en el encuentro que en la búsqueda. Cuando nos permitimos trascender los estereotipos, aparece el otro o la otra como alguien opuesto y complementario. Podemos decubrir que alguién es protector y fuerte aunque carezca de músculos y fortuna. Descubrimos que el deseo es también femenino y que el romanticismo es también masculino, y que se expresan de un modo distinto, pero siempre auténtico, en unas y en otros. Tanto en las acciones como en las palabras.
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