Antiaging- En la menopausia: serenidad y buen humor



Las mujeres (al igual que los hombres) somos animales racionales, pero animales al fin, seres biológicos regidos mucho más de lo que querríamos admitir por leyes bioquímicas que influyen poderosamente en nuestro pensamiento, en nuestro estado de ánimo, en nuestras emociones. Durante los largos años que transcurren desde la pubertad hasta el declive de la fertilidad femenina, el aumento de estrógenos al principio del ciclo y el crecimiento de progesterona preparando el nido a partir del día 14 para llegar a su clímax antes del sangrado, pueden producir labilidad neutopsiquica una tendencia a cambios de humor, mayor sensibilidad emocional, irritabilidad o tristeza inexplicables. Si ello es así, en ciclos cortos, ¿Cómo no van afectarnos los cambios hormonales que rodean el climaterio? Y juntamente con las hormonas, pueden producirse cambios en los neurotransmisores.

Los neurotransmisores son unas moléculas que participan en el funcionamiento del sistema neurológico y desempeñan un papel interesantísimo y decisivo en el funcionamiento del organismo, tanto a nivel neurológico como psicológico y sus manifestaciones somáticas. Sabemos que el sistema colinérgico y los circuitos dopaminérgicos, serotoningérgicos y noradrenérgicos van desgastándose con el tiempo, con el sobreesfuerzo y que se ven afectados con los cambios de la madurez a nivel hormonal, y de una forma más intensa todavía en circunstancias de cansancio, tensión y estrés. Pueden aparecer entonces cuadros de depresión, ansiedad, irritabilidad y nerviosismo. Tradicionalmente, esos estados se tratan con sedantes, en cambio en un programa Antiaging Natural les aportamos nutrientes para regenerarlos y revitalizarlos.
Veamos cómo se ven afectados algunos de los neurotransmisores más importantes. La acetilcolina ejerce las funciones principales en el área cognitiva como la atención, la memoria, la capacidad de aprendizaje, la vigilancia y el funcionamiento de grandes áreas de asociación.
Cuando falta dopamina nos encontramos en un estado de astenia generalizada, no podemos iniciar nuevos proyectos, nuestra creatividad es nula, nos sentimos desganadas y no queremos estar con nadie. La persona con falta de dopamina tiene sueño agitado con despertares. Se levanta cansada y al final de la tarde le invade una gran somnolencia.
La noradrenalina, por su parte, es la hormona de la realización y del placer; su déficit provoca depresión, sensación de ir en cámara lenta y dificultad para obtener placer de la vida. La persona con carencia de noradrenalina ya no tiene deseos de nada. Y finalmente la serotonina, neurotransmisor estrella que curiosamente se produce en gran cantidad en los intestinos. Cuando falta sentimos impaciencia, intolerancia, irritabilidad. Déficit importante producen ansiedad e insomnio, incluso depresión y dificultad para dormir, puesto que la serotonina finalmente se convierte en melatonina, responsable del sueño.
La química alterada por el paso del tiempo y los cambios hormonales puede verse beneficiada con los siguientes complementos: Kalium Phosphoricum, unas Sales de Schussler específica para nutrir el sistema nervioso; un clásico de la farmacopea naturista. Pueden tomarse 2 tabletas bajo la lengua de dos a tres veces al día. Los ácidos grasos Omega 3 que son protagonistas por su capacidad de mantener en buen estado las neuronas que, recordemos, son extremadamente influenciables según el tipo de grasa que predomine en nuestra dieta. El Omega 3 se está utilizando en niños con hiperactividad por su efecto estabilizador. A nosotras puede ayudarnos a equilibrar neurotransmisores cuya falta está relacionada con la depresión, y favorecer la estabilidad emocional. La molécula 5 htp, percusor del tripófano y a su vez de la serotonina, tiene un importantísimo efecto ansiolítico, puede ayudarnos a dormir y a controlar la pulsión por el azúcar o el chocolate… El hipérico es una hierba que viene utilizándose con éxito como antidepresivo. También el azufre MSM puede contribuir en la prevención de estados de ánimo depresivos. Las vitaminas del grupo B son aquí especialmente interesantes, pues tonifican el sistema nervioso. La B3 y B6 se relacionan con el buen humor, y la B12 con neuras y obsesiones. La L.teanina por su parte es un aminoácido de reciente incorporación en Antiaging porque induce a la relajación sin provocar somnolencia. El alga Klamat, por su riqueza en aminoácidos y un principio activo propio, tiende a estabilizar el buen humor. La coenzima Q1 o Nadh es un excelente percusor de dopamina y adrenalina.
En última instancia, todos los neurotrasmisores se nutren de aminoácidos. Así pues los batidos proteicos y los complementos de aminoácidos esenciales son la principal medida a adoptar si nos identificamos con alguno de los síntomas que aquí apuntamos, teniendo siempre en cuenta, por favor, que ante un estado depresivo grave o un insomnio persistente, ningún artículo del mundo puede sustituir la visita al especialista. Por último recordemos que para que los complementos de nutrición ortomolecular que recomendamos surjan efecto, debe estabilizarse el sistema compensando el declive hormonal con la toma de fitoestógenos como genísteína y dadzeina de soja.

Victòria Baras- Nutrióloga- dDona- Revista de la Dona.

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