Encauzar el dolor
Los términos sufrir y enfermedad suelen ir asociados: Sufre una grave enfermedad.. La forma como se gestiona este sufrimiento es lo que diferencia a quienes se adaptan a su patología de quienes se sumen en la tristeza.
El sufrimiento nos impide vivir en paz cuando inunda nuestra existencia. Pero no es el sufrimiento en sí, lo que nos hunde sino todo lo que nos perdemos por sufrir. Las personas enfermas que vivien en paz son las que logran dejar un espacio para su sufrimiento, sin permitir que se desborde. Ese es el caso de Morrie Schawartz, cuya vivencia recogió Mitch Albom en su libro Martes con mi viejo profesor.
Morrie era un catedrático que sufría una patología que le iba limitando poco a poco. Pero al preguntarle su sentía lástima de sí mismo. Morrie respondió: A veces, por la mañana (..) Me palpo el cuerpo. Muevo los dedos y las manos, en la medida en que todavía puedo moverlos, y deploro lo que he perdido. Pero, a continuación, dejo de lamentarme... Me permito un buen llanto si lo necesito. Pero después me concentro en todas las cosas buenas que me quedan de la vida..
Unas palabras aleccionadoras que nos hablan de un sufrimiento encauzado, cerrado, con límites, que no logra oscurecer la satisfacción que proviene del resto de la vida.
Jenny Moix
Autora de Cara a Cara con tu dolor
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2 comentarios:
muy bueno amiga!
Celebro que te guste, bienvenido.
Te invito a visitar el otro blog http://annarnau.blogspot.com/
Un abrazo
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