Las hermanas Mirabal- Las mariposas
Desenlace final
Rumbo a la inmortalidad
El 25 de noviembre de 1960, Minerva y María Teresa, partieron de nuevo hacia Puerto Plata. Le acompañó también Patria, esposa de Pedro González, que guardaba prisión en La Victoria.
Para tal ocasión contrataron un vehículo fuerte ("Jeep"), pues la carretera elegida, la que conduce a Puerto Plata por la vía de Guazumal (Tamboril) - La Cumbre, era difícil, y además, se encontraba en mal estado. Le acompañaba, como conductor, Rufino de la Cruz.
En la visita que hicieron a Manolo y Leandro, las hermanas Mirabal comentaron a sus maridos los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que sufrieran un "accidente", estilo clásico que utilizaba la tiranía cuando ordenaba la desaparición de un opositor importante, con la supuesta intención de ocultar el crimen.
El informe preocupó enormemente a los esposos del 14 de junio, y Manolo sugirió que cesaran los viajes, y que se mudaran a Puerto Plata, para evitar transitar por carretera.
La recomendación llegó tarde. La orden de asesinar a las hermanas Mirabal ya había sido cursada, y en Puerto Plata se encontraban ya los ejecutores: Ciriaco de la Rosa, Ramón Emilio Rojas Lora, Alfonso Cruz Valerio y Emilio Estrada Malleta, todos miembros de Servicio de Inteligencia Militar. El último, de origen cubano, había prestado esos mismos servicios a la dictadura de Fulgencio Batista.
Cuando las hermanas Mirabal abandonaban a Puerto Plata rumbo a su hogar, fueron detenidas aparatosamente por un vehículo que interceptó el jeep que los conducía. Introducidas a empujones al carro de los matones, y llevadas a un lugar previamente escogido, cercano a La Cumbre, en la carretera bordeada por un precipicio, y allí fueron muertas brutalmente asesinadas a garrotazos y luego de puestos los cadáveres en el jeep, los asesinos lo precipitaron hacia el abismo, aproximadamente a las 7:30 p.m. del 25 de noviembre de 1960.
He aquí la fría narración de uno de sus autores, Ciriaco de la Rosa:
"Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas.
Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera a ver si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse del caso. Esa es la verdad del caso. Yo no quiero engañar a la justicia ni al pueblo. Traté de evitar el desastre, pero no pude, porque de lo contrario, nos hubieran liquidado a todos".
Seis meses después, empezaba a derrumbarse el régimen luego del asesinato de Rafael L. Trujillo el 30 de mayo de 1961.
En honor a estas valientes hermanas, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer. Esto fue establecido en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia en el año 1981.
Cantan a las Mirabal
Estaba Minerva? Estaba
Estaba Patria? Estaba
Estaba María Teresa? Estaba
Estaban las Mirabal
encendido en cada pecho
el dolor / la cruz
chorro de sangre los ojos
lágrimas de tantos huesos
cenizas de tantos muertos bajaban
por sus tres caras.
Era sangre de los mártires
callados por el terror
y la muerte.
Las tres amaban la Patria
el tambor / la libertad.
Las tres rodaron / cada una
era bandera.
Una bandera muy grande
que aprisionaba sus cuerpos
con la carne destrozada.
Donde flotan las banderas
lloran por la libertad Minerva/Patria/María Teresa.
"Que bellas en el tope" están
las hijas de Doña Chea,
madre de las Mirabal.
Aída Cartagena Portalatín
(1918-1994)
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