Olvidar los temores


El conocido psicoanalista Erich Fromm señala en su libro El arte de amar que el amor implica ciertos elementos básicos, como son el cuidado, la responsabilidad, el conocimiento y el respeto. Respetarse significa vernos y aceptarnos como somos, tomar conciencia de nuestra individualidad, implica dar cabida enteramente, con la mente y el corazón, a todas y cada una de nuestras facetas como persona. La empatía con nuestro propio ser nos abre la puerta a nuestra transformación.
Pero no siempre nos movemos con esta actitud, y sabemos que no lo hacemos por miedo a ser rechazados o criticados.
Cuando pensamos en la posiblidad de respetarnos, siempre pensamos en las consecuencias negativas que nos puede acarrear,. Y sufrimos por ello, pues comno señala el psicólogo Max Hammer el sufrimiento psicológico se inicia en la primera ocasión en que no respetamos o rechazamos en nuestro interior cualquier cosa que sea esperiencialmente real.
Confundimos el respeto hacia uno mismo con el egoísmo. Pensamos que el respeto por nosotros mismos excluye el respeto por los demás, Por eso, dar cuenta de uno mismo ante los demás, respetarse, es un riesgo difícil de asumir. Pero nada más lejos de la realidad. Necesitamos reencuadrar esta creencia. Te inivito a que reflexiones detenidamente acerca del siguiente planteamiento.
A través del respeto por lo que experimentamos por lo que somos, y de su expresión sincera, podemos ejercer un efecto de bienestar sobre quienes nos rodean, pues les ofrecemos un modelo maduro de funcionamiento en el que, sin dejar de atenderles y respetarles, nos mostramos respetuosos con nuestro propio ser. Y esto es algo que no debe producir malestar entre las personas sino que se trata de un regalo que tenemos para ellas y para nosotros.
Plantéate una cosa, seguro que si piensas en una persona que consideras que sabe respetarse y respeta, comprobarás que lo que sientes hacia ella no es más que...admiración.
¿Te imginas permitirte a ti mismo esta actitud de respeto a la vez que consideras a los demás? ¿Te puedes imaginar experimentando la admiración de las personas que te rodean ante tu forma de conducirte? Tentador ¿no te parece?

Sergio Huguet
Psicólogo director del Instituto Gestalt València.

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