Historia General del Fenómeno de Maltrato



La historia de maltrato a menores ocurre, desde que el ser humano se encuentre en la faz de la Tierra. Por lo tanto, debe entenderse y aceptarse que éste es un fenómeno tan antiguo como la humanidad misma y no una característica peculiar de la sociedad moderna. Para comprender que las formas del mismo han sucedido de diversas maneras y que el problema, es añejo, se presenta enseguida una breve semblanza de los hechos que fundamentan estas afirmaciones.

Aristóteles, señalaba que un hijo o un esclavo, son propiedad y nada de lo que se hace con la propiedad, es injusto. Lo habitual en la Grecia y Roma de aquel tiempo, era que el padre tenía poder sobre la vida o la muerte de los hijos y podía manciparlos a un tercero y abandonarlos, sin que por ello sufriera castigo alguno. 2 Otro ejemplo de esta situación en otra cultura, se encuentra en el pasaje bíblico de Abraham, en el que se dice”... Dios le dijo Tomas a Isaac tu único hijo al que tanto amas y ofrécelo en holocausto” (Génesis 22. 11-12). También las órdenes dictadas por Hérodes, constituyen un ejemplo del fenómeno que se analiza ya que para evitar la pérdida de su reino, mandó a matar a todos los recién nacidos de su época. Hubo un tiempo en que se azotaba a los niños cristianos en el día de los inocentes para recordarles la masacre realizada por Herodes.

En algunas civilizaciones el infanticidio, era un medio para deshacerse de los niños con defectos físicos. Por ejemplo, en Esparta se los lanzaba desde la cima del monte Taigeto, y en la India, se los consideraba instrumentos del diablo y por ello, eran destrozados. En China, el límite para procrear era de tres hijos y para efectuar una especie de control de natalidad, el cuarto hijo era arrojado a los animales salvajes. La antigua costumbre de lisiar y deformar a los niños para que causaran lástima y así poder pedir limosna era una situación muy común, tal y como lo describe Charles Dickens en algunas de sus obras. Martín Lutero, ordenó que los niños con retardo mental fuesen ahogados, esto por creer que eran instrumentos del diablo.

Más recientemente, Hitler, en su afán belicista y de obtener una raza pura, realizó atrocidades, como asesinar física y emocionalmente a millares de niños. Con la Revolución Industrial, los niños ingresaron al trabajo sistemático, en que se les obligaba a laborar turnos de 16 h o más. Esta situación aún se encuentra en la actualidad en algunos países subdesarrollados como mínimas modificaciones.
En la historia de las sociedades precolombinas, destacan los sacrificios de adolescentes y niños que llevan a cabo los aztecas para calmar sus deidades y así recibir favores de los mismos; por ejemplo, la llegada de lluvias abundantes y a tiempo, buenas cosechas, término de epidemias y pestes, etcétera. En la figura 1 – 1 se observa la ofrenda que hace un sacerdote olmeca (El Señor de las Limas) a los dioses, constituida por su hijo, seguramente el primogénito, con objeto de lograr un favor para su pueblo.

Los grupos mazahuas obligaban al niño desobediente, a mantener la cabeza inclinada sobre el humo que se producía al quemar chiles secos. En el códice mendocino se encuentran castigos al menor que en la actualidad, se consideran crueles, pero que en sociedades guerreras como la mexica¸ con una teocracia que imponía su religiosidad y mística guerrera por medio del terror, se piensa que dichos castigos eran congruentes. Entre ellos, existían castigos como colocación de púas de maguey (pita) por desobediencia, quemaduras de pelo cuando el niño mentía, limitación de alimentos al ladrón, largas jornadas de trabajo, etcétera.

En el tiempo de la Colonia, la Inquisición en América, mediante una amalgama educativa rígida, generó severas relaciones paterno–infantiles amén de su agresión a niños y adultos.
Dentro de lo escrito, está el Rhazes practuapuerorum que corresponde al primer tratado de pediatría que existe hasta hoy en día y que fue escrito alrededor del año 900 d. De J. C. Por un médico persa, quien mientras aprendía entre los niños de los hárams acerca de las hernias inguinal y umbilical, señalaba que era posible abandonar a los niños intencionalmente3.

Themkin4 tradujo a Soranus, médico griego que escribió a principios del segundo siglo a. De J.C., su obra Gynecology. En la sección “How to recognize the newborn worth reating”, el médico griego claramente hace un señalamiento del infanticidio ya que según él los niños deben ser de “término, tener un llanto vigoroso y estar perfecto de todas las partes”. El primer artículo que claramente presenta el problema aunque no lo identifica como tal, fue escrito por Ambroise Tardieu, de Francia en 18605. Este autor, basado en los hallazgos de necropsias, describió las lesiones encontradas en 32 niños, 19 de los cuales murieron quemados por asfixia. Y aunque varios de esos menores tuvieron fracturas repetidas, éstas fueron explicadas por la existencia de un supuesto raquitismo. A pesar de la falta de documentación médica, médicos ingleses del siglo XIX fundaron en 1883, la primera English Society for the Prevention of Cruelty of Children en la ciudad de Liverpool.6 También por esa época galenos ingleses y franceses describieron la presencia de diversos tipos de fracturas en niños, pero no pudieron establecer una asociación entre dichos fenómenos a la existencia de maltrato. Ellos seguían pensando que el raquitismo y la sífilis ocasionaron múltiples fracturas. 7 En 1885, se fundó en Londres, la London Society. Esta sociedad fundó 762 casos de niños con diversos tipos de lesiones y la muerte de 25 de ellos. Sin embargo, no pudo precisarse que los padres fueran los agresores.

Cuando Caffey8 publicó en 1946 los hallazgos de fracturas múltiples y hematoma subgeneral en seis niños, es posible decir que realmente se inició la descripción de lo que en la actualidad se conoce como síndrome del niño maltratado. (SMN). Sin embargo, es necesario valorar que Ingraham 9 ya había descrito los síntomas, signos, patología y tratamiento de todo tipo de pacientes, sin establecer claramente el origen del problema. Años más tarde en 1953. Sillverman describió lo que llamó spragmatismos esqueléticos no reconocidos”. Se sugirió que muy posiblemente, los padres son los culpables de tales hechos. Así, el padre tanto Kempe, como Silverman 10 introdujeron el término de “síndrome del niño golpeado” al establecer claramente una relación con la existencia de diversas fracturas y en diversos, presencia de un hematoma subdural pero lo más importante, fue descubrir que este tipo de lesiones habían sido ocasionadas por alguno de los padres o algún adulto que maltrataba al menor.

El espectro del síndrome, se amplió cuando Fontalla 11 señaló que también es factible observar en estos niños una serie de alteraciones emocionales, carencia nutricial, negligencia en su atención general, etcétera, por falta de atención del adulto. Este fenómeno que puede ocurrir de una manera aislada, o bien asociada con maltrato físico o abuso sexual, se conoce como “deprivación” social o emocional o ambas dependiendo del fenómeno existente. La presencia de diversas formas de abuso sexual, obligan a considerar esta problemática. La presencia de diversas formas de abuso sexual, obligan a considerar esta problemática dentro del contexto integral del fenómeno que se está analizando en virtud de su elevada frecuencia y por la repercusión que dicha agresión tiene en las esferas emocional y social de los pacientes. 12

Con el transcurso del tiempo, nuevas modalidades de maltrato se han descrito y el síndrome de Munchausen en niños es uno de ellos. Asher13 fue el primero en mencionar a barón de Munchausen para denominar con este apellido al conjunto de síntomas “dramáticos e increíbles” que refería un grupo de sus pacientes y que al simular una enfermedad, éstos eran sometidos a revisiones médicas y procedimientos quirúrgicos innecesarios. Sin embargo, fue Meadow14 el primero en presentar esta rara entidad en pediatría.

En la literatura pediátrica de México, Loredo y Sierrra15 presentaron dos casos de esta faceta del maltrato y además señalaron que el término empleado para denominar este trastorno, debe ser el de “síndrome de Munchausen en niños”, lo cual permite diferenciarlo del que se emplea en la terminología psiquiátrica de adultos.

En los últimos años, se han empezado a reconocer otras formas de maltrato infantil y ello, ha incrementado el espectro clínico de síndrome. Por ejemplo, el daño que se ocasiona a un ser humano que está en proceso de formación y crecimiento in utero, se ha definido como “abuso y negligencia fetal”. 16 Esta nueva concepción del síndrome del niño maltratado, se desprende al comprender el primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos del Niño que señala: “El niño, por su inmadurez física y mental requiere de cuidados especiales, incluyendo la protección legal adecuada antes y después del nacimiento”. 17 Diversas publicaciones han surgido al respecto y, en México, Loredo y Sierra han efectuado un señalamiento a la comunidad médica nacional sobre los tres mecanismos de agresión que puede sufrir el producto. Estos aspectos se discuten más ampliamente en otros capítulos.
Quedan por analizar los niños que son agredidos durante una guerra. En esta situación, frecuentemente constituyen el blanco de violencia política; por este mismo motivo, sufren de una involuntaria migración y tienen que vivir en refugios donde la mayoría de las veces, los derechos del niño no son respetados. Estos fenómenos continúan observándose durante este siglo XX.


1 Altemeir WA, O’Connors C, Vietzi PM et. Antecedentes of child abuse, J Pediatr 1982;100:829829
2 Petit E: Tratado Elemental de Derecho Romano. Buenos Aires: Ed. E. Araujo, 1940;98-99
3 Radbill SX: The first teatrise in pediatrics. Amer J Dis Child 1971;122::369-376.
4 Temkin O: Tranmslation of Soranus. En Gynecology. Baltimore: The Johns Hopkins Press, 1956.
5 Tardieu A: Etude médico – legale sur les services et mauvais traitement exerces sur les enfants. Ann Hyg Publ Med Leg 1860;13:361 – 398.
6 Lynch MA: Child abuse before Kempe: An historical literature review. Child Abuse Neglect 1985;9:7-155.
7 West S: Acute periosteeal swellings in several young infants of the same families, probvably rickety in anture. Brit Med J 1888;856-857.
8 Caffey J: Multiple fractures in the long bones of infants suffering from chronic subdural hematoma Am J Roentgenol Radium Ther 1946;56:163-173.
9 Ingraham FD, Watson PD: Subdural hematoma in infancy, j PEDIATR 1944;24:1-45
10 Kempe CH, Silverman FN, Steel BF et al: The battered child syndrome. JAMA 1962;181:17-24.
11 Fontana VJ: The maltreated child: the maltreatment syndrome in children. 2ª ed. Springfield: Charles C. Thomas, 1971;4.
12 Blumberg ML: Sexual abuse of children: causes, driagnosis and mangement. Pediatric Ann 1984;13;753-758.
13 Asher R: Munchausen’s syndrome by proxy. Lancet 1977;2: 339 – 341.
14 Meadow R: Munchausen’s syndrome by proxy. Lancet 1977;2: 343 – 345.
15 Loredo AA, Sierra GQQQJ et al: Síndrome de Muncausen en niños: informe de dos casos. Bol Med Hosp Infant Méx 1991; 48: 121 – 125.
16 Landwrit J: Fetal abuse and neglect: an emerging controversy. Pediatrics 1987:79:508 – 514.
17 UN. Preamble: Declaration of the Riughts opf the Child, New York: 1989;4354.

Dr. Arturo Loredo Abdalá

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