El agresor dependiente


Este tipo de agresor suele presentar una serie de rasgos: bajo autoestima, un sentimiento profundo de impotencia e incapacidad para hacer frente a la vida, dependencia emocional y desconfianza en su pareja que en ocasiones se acompaña de celos irracionales y abuso frecuente de la bebida.

Dependencia emocional e impotencia para vivir

Suelen ser personas acomplejadas que se sienten inferiores respecto a los demás. Esto les lleva a utilizar el maltrato como la unica forma posible de resolver conflictos o como medio para sentirse superior a su pareja. Al descubrir cómo su violencia acobarda a ésta, tienen un sentimiento de poder muy satisfactorio que les proporciona una sensación de omnipotencia. Se trata de sensaciones que tienden a buscar repetidamente, cada vez con más frecuencia, como forma de desahogo frente a su impotencia en el mundo exterior, ya sea por reveses en el trabajo, humillaciones reales o imaginarias en el trato social son seres inseguros y poco brillantes, que suelen crecerse en casa aumentando su violencia en proporción inversa a la percepción de su propia impotencia en la calle.

El elemento clave en este agresor es la dependencia emocional. Es curioso, sin embargo, cómo vive el sujeto esa dependencia. Por una parte, niega que exista esa necesitadad tan intensa de vivir con su pareja. Por otra parte, reclamará su autoridad absoluta cuando perciba que ella intenta ganar su propio espacio personal. Por ese motivo muchas veces el primer acto de violencia contra la mujer se debe a un incidente percibido por el hombre como de exceso de independencia de su pareja o de cuestionamiento de su autoridad. Su dependencia y necesidad de ese sentimiento breve de onmipotencia al maltratar y aterrorizar a su pareja es cada vez mayor, lo que explicaría su violencia habitual. Y al mismo tiempo, cada vez sienten más temor ante la idea del abandono de su familia y de perder el poder- Razón por la que pueden llegar a una solución final, cuando se ven en un callejón sin salida.

La violencia, entonces se emplea porque compensa al sujeto de su incapcidad para vivir de modo natural, libre, con responsabilidad y capacidad de amar sin miedo. Erich Fromm lo ha reflejado:

Crear vida requiere ciertas cualidades de que carece el individuo impotente. Destruir vida requiere sólo una cualidad: el uso de la fuerza. El individuo impotente, si tiene una pistola, un cuchillo o un brazo vigoroso, puede trascender la vida destruyéndola en otros o en sí mismo.

Asi, se venga de la vida porque ésta se le niega. La violencia compensadora es precisamente la violencia que tiene sus raíces en la impotencia, y que la compensa. El individuo no puede crear quiere destruir...

Acoso, celos y paranoia:

Debido a su escaso éxito social, siente que los demás le pretenden avergonzar y humillar, lo que se extiende al trato con su pareja, a la que controla todos sus movimientos. Cuando golpea, busca protegerse de las amenzas que él percibe hacia su sentimiento de valía- lo cual, desgraciadamente, convierte en algo real con su proceder; esto es, realmente en esos momentos la gente le considerea un pobre diablo y el agresor percibe ese sentimiento con mayor fuerza cada vez, porque él lo está provocando.Es obvio aquí el papel de los celos irracionales, si bien en algunos casos su misma conducta abusiva empuja a la mujer a buscar una relación sentimental que le permita respirar dentro del ambiente malsano que conforma su vida diaria. Es decir, la misma obsesión del agresor crea aquello que intenta evitar desesperadamente. Pero se trata de un hecho aislado. Lo normal es que esos celos sólo responden al atormentado mundo interno del hombre. Pocas novelas han explicado ese proceder tan absurdo tan bien descrito en la novela "Antes de conocernos" de Julian Barnes:

Tras quince años de implacable matrimonio con Barbara Graham Hendrick, un historiador y profesor universitario, conoce a Ann, se enamora y, después de unos meses de relaciones clandestinas, abandona su hogar y se marcha a vivir con la mujer que le ha hecho recuperar el placer de vivir. Son felices Graham y su nueva esposa, hasta el día aciago en que sorprende a su nueva esposa cometiendo adulterio en la pantalla. Pues Ann no ha nacido, como desearía Graham y, con él todos los enamorados, en el instante preciso en que se conocieron. La joven tiene un pasado en el que ha sido actriz, y ha intrepretado pequeños papeles en numerosas películas. Graham se dedicará a rastrearlas minuciosamente, y a verlas compulsivamente, pues como historiador que es, sabe que el pasado, y sus testimonios importan.

Sin embargo, obviamente, lo suyo no es una investigación histórica, sino una obsesión de celos. Consume su tiempo y energía en tratar de descubrir si su mujer habia mantenido romances con los actores de sus películas en un sinsentido que acaba en el asesinato de su mejor amigo (y antiguo amante de Ann) y su posterior suicidio.Menciono esta novela. excelente porque quiero, demostrar que los celos pueden llegar a niveles auténticamente extremos y absurdos.


Miedo a la intimidad:


G. Dutton consiera que la intimidad, la distancia emocional, es el elemento esencial en este tipo de agresor. Se trata de personas que tienen un gran miedo a la intimidad.Sin embargo ¿por qué buscan la relación? ¿por qué una vez que ésta se rompe, se obstinan tanto en que se rehaga?Estos agresores experimentan una gran variedad de sentimientos hostiles, donde la rabia y los celos ocupan un lugar prioritario. Con frecuencia interpretan de modo erróneno las conductas de sus parejas, echándoles la culpa de sus propios sentimientos de dependencia. A esto se añade sus peticiones imposibles de cumplir, y el inevitable castigo que les espera por esos fracasos.

Sus mujeres los describen muchas veces como teniendo una doble personalidad. Sus amigos nunca ven como se comporta conmigo; la gente piensa que es un hombre amable y correcto. Nunca sé cuál de los dos va a llegar a casa.

Otra característica es su capacidad de inventar, de crear en su abuso psicológico, revelando una imaginación perversa. Por ejemplo, el marido puede humillar a su mujer llamándola " madre desastrosa" para pasar luego a considerarla "burra" e "ignorante!, si decide luego, una vez que sus hijos son un poco mayores, ingresar en una escuela de adultos. Esos hombres tienen la necesidad de avergonzar y humillar a otro ser humano, con la finalidad de hacer desaparecer su propia vergüenza y humillación dice Dutton.


Vicente Garrido- Amores que matan

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