Cómo caza un psicópata V


Etapa quinta: revelación y horror.


En esta etapa el sueño ya no puede durar. La mujer entiende que se ha vinculado con una persona que la destruye. Por fin comprende que su pareja, no puede, no va a hacerla feliz. Si permanece con él va a ser su perdicón.Pero la decisión de marcharse, de romper con él es muy dificil. Ella depende emocionalmente de él. Éste le ha enseñado que después de momentos dantescos hay momentos -cada vez menos- de paz, incluso en los que parece que el sueño levanta el vuelo de nuevo. Ella siempre confia en eso, pero ahora es un engaño que ya solo puede creer cuando pone todo su empeño en desafiar su inteligencia. El horror, el dolor, ya no tiene marcha atrás. Con él sólo queda la desesperación.

Ahora viene lo más terrible, lo que realmente me convenció de que esa relación me estaba matando.

En octubre de ese año me lleva en un viaje de negocios a Toledo. Está maravilloso, como siempre, en los viajes, pero me dice "Yo soy muy raro, ya lo sabes, me gusta el cambio, soy infiel por naturaleza". Si me pongo triste, por ejemplo, ante cosas como ésta, no entiende por qué. Un dia me dijo que él no tenía nada asegurado en esta vida. Yo le conteste: " A mí, a mi me tendrás para siempre". Se le llenaron los ojos de lagrimas y me dijo: No te merezco: nunca nadie me ha querido ni me querrá como tú. Todo lo hago mal, siempre hago daño, y a ti no me gustaría hacértelo.

En noviembre Juan tiene una nueva oportunidad de ganarme para él. Mi padre vuelve a tener problemas graves, y él de nuevo se comporta de modo muy solícito.

Mientras mi padre está ingresado quedo con él un día a la una menos cuarto... y él no aparece. Media hora más tarde lo llamo y me dice que está en una cafetería justo al lado del sanatorio. "voy para allá", le digo y cuelgo. Al entrar me lo encuentro, tan tranquilo, tomando café con una nueva chica. Una joven de 25 años, Elisa, que había estado sustituyendo quince días a una empleada de su firma que se había casado. No hace ademán de presentarnos, y me dice algo, no recuerdo qué, para que me marche. Lo hago y por la tarde viene a ver a mi padre y me echa una bronca terrible, acusándome de perseguirlo, de que no confio en él etc. ¡Hasta hace ademán de pegarme, delante de las monjas del sanatorio!.

Él: "Me estas haciendo la vida imposible. ¿Ni ves lo mucho que te quiero? ¿No ves lo mucho que me preocupo por tu padre? Elisa es sólo una amiga. ¿Cómo no confias en mí? Intento hacerle ver que la situación es terrible para mí: mi padre ingresado, mi situación personal.. necesitaba verlo, y ¿habíamos quedado en día antesrior, no le estaba persiguiendo!

No lo entiendo, y se encoleriza cada vez más.Esa misma noche, viene y como si nada me invita a ir al cine. Antes de que empiece la película no para de hablarme de Elisa. Al salir yo estoy llorando y le pido que me abrace. Lo hace, pero de una manera muy fría. Se te está corriendo el rimel, y no quiero que me manches la cazadora.

Al ser dado de alta mi padre, me lo llevo a Burgos. Se enoja conmigo "asi ya nunca querrás venir a verme, en realidad venías a ver a tu padre". Intento hacerle ver que la cosa es justo al contrario, y que, de todas maneras, siempre iré a verlo cuando el quiera, aunque - le explico- nuestra relación me está amtando. Se encoleriza y me dice que no quiere verme más. Así lo hago durante un tiempo, pero el dia que ya no puedo más, lo llamo, y me contesta "Esta usted acosándome" Si no deja de llamarme, tendré que acudir a la policia.

Estoy casi un mes sin saber nada de él. Mi situación personal es muy dolorosa, y sólo mi amiga me sostiene. Creo que no se puede llorar más de lo que lloré esos días. ¿Deseas morir? Sin duda. He tenido los orfidales en la mano, y si no hubiera sido por mi padre que me necesitaba...

Un buen dia recibo un mensaje de texto en el móvil: " I miss you so much taht it hurts" (te echo tanto de menos que me causa mucho dolor) Y vuelta a empezar. Vuelta a negarme lo evidente, vuelta a dorarme la píldora... Y yo caí de nuevo.

Las Navidades siguientes fueron, sin embargo, geniales, hasta que me presenta a Elisa, que de nuevo estaba haciendo una sustitución. En una larga conversación que tengo con ella, descubro que le había regalado casi exactamente las mismas cosas que a mí en los primeros meses de acoso, que le había hablado de Hölderlin, de Neruda y de Benedetti ( que a mí me encantan) y de otras cosas que él no conocía antes de conocerme a mí. Le conté todo y, aunque parezca mentira, me creyó. Me dijo que me agredecía el haberla salvado, que ya se había "encandilado" de él. Esa fue una de las peores noches de mi vida. Me daba asco pensar en él y en mí misma. Me sentía ridícula al pensar en lo mucho, muchisimo que lo quería. En las veces que había ido a Madrid desde Burgos, sin comer, para estar media hora con él; las veces que le había aguantado las broncas, sus malos tratos, sus insultos.... Estaba claro que no me quería y que nunca lo había hecho. Elisa me había dicho:" es un enfermo, tiene que someterse a un tratamiento, pero cuando te llame, mándalo a la mierda te está matando":Ella si lo hizo, pero yo... Me llamó a la mañana siguiente unas veinte veces y desconecté el teléfono. Al conectarlo a la hora de comer, tenía este mensaje de texto. "si te niegas a hablar conmigo, se lo contaré todo a tu padre, a tus amigos y a tus compañeros de trabajo. Seguro que les gustará saber lo bien que follas". Sé que es capaz de hacerlo, porque me ha contado cosas que ha hecho anteriormente. Es extraordinariamente vengativo. Accedí a verlo por última vez. ¡Craso error! me convenció, para resumir, de que era Elisa la que le tiraba los tejos. Sí, me lo creó como una idiota. Bueno, esta vez le costó más o menos quince dias de lloros y súplicas y de amenzas de suicidio. Pero lo volvió a conseguir. Y lo que es más grave: aquellos dias yo había solicitado un traslado a Madrid, a lac entral de mi empresa. Al enterarme de lo de Elisa, no presenté la solicitud. Pero él de nuevo se mostró muy presuasivo "Juro que te haré tan feliz que no te lo vas a creer!. Voy a cambiar. Tú ya has hecho que cambie: ahora seré mucho más persona, etc.. Lo creí de nuevo y finalmente conseguí el traslado. Al principio se portó muy bien, exceptuando una vez que me llamó a Burgos amenazándome, pero muy seriamente, con matarme a mi y a Elisa por " haberle destrozado la vida!. Me asusto muchisimo aquella noche.Y llegamos al verano de 1998. Las últimas citas fueron emocionantes; todo planes de futuro "Te va ser duro dejar a tus amigos de Burgos, y empezar de nuevo en Madrid, pero me tiene a mí; siempre te apoyaré y te recompensaré por todas las veces que te he fallado".

Nos vemos tras las vacaciones y me comunica que en los diez dias en que ha estado de vacaciones en un lugar de la costa de Levante ha conocido a la mujer de su vida, que la adora, que el único problema es que vive A Coruña, pero que está enamoradisimo de ella. No puedo comentar lo que sentí. Yo, con mi traslado, en una ciudad en la que no conocía a casi nadie, con compañeros de trabajo nuevos y... vida destrozada.

Me llama de vez en cuando para comentarme sus problemas con la chica gallega: ella no quiere, pero él insiste. Es tan narcisista que me comenta ¿Cómo no puede enamorarse de mi? Ya caerá, tiempo al tiempo. Es la mujer de mi vida; su rechazo me mata: la quiero incluso más de lo que te he querido a ti". Cuando le pido explicaciones de cómo se ha podido enamorar tan profundamente en diez dias, me dice que cree en los flechazos.

Le escribo una carta diciéndole que me está matando, que lo quiero demasiado como para actuar sólo como amiga y confidente. Respuesta: "No quiero perderte como amiga; eres demasiado buena. En esos momentos yo ya había leido el libro el psicópata, y me puse a llorar cuando comprobé que él encajaba perfectamente en las características definitorias de este trastorno.

No hay comentarios: