Te estoy amando
Existen muchas formas de decir "te amo" y cada una revela nuestra concepción del amor. El amor vivo y sincero se expresa en gerundio, la forma verbal de lo que fluye y se transforma.
Te amo es la expresión presente del amor, acabado y listo, al menos por hoy; es feliz, si es correspondido y triste, si no lo es. Pero también el amor inmóvil despojado de tiempo. "Te amo" y punto. Es decir ya llegué al amor, ya puedo descansar.
Otro tiempo verbal, "Te amaré" implica nostalgia o arrepentimiento, rencor o dolor. Amor revisado, trasnochado y lejano. El amor pasado nos condena a recordar o, en el peor de los casos a sufrir por él.
"Te amaré", promesa, compromiso, ansiedad. Pero... ¿Te amaré toda la vida? Demasiado optimismo ara mi gusto, demasiada ingenuidad para ser tomada en serio. ¿A qué amor nos referimos? ¿Al eros? Éste tiende a decaer, no importa cuántos "te amaré" se expresen.
"Siempre seremos amigos", depende de la lealtad, del aburrimiento, de la rutina. "Te cuidaré toda la vida", si el egoísmo nos deja, si el ego se hace a un lado.
Pero hay otra forma de expresar el amor: "Te estoy amando". Presente continuo del amor. Es el sentimiento que está aconteciendo, no el que ocurrió o el que posiblemente llegará, sino el que se está construyendo.
Según esta posición, uno nunca acaba de amar completamente al ser querido. La premisa es como sigue: el amor existe, pero nunca conseguimos alcanzarlo o conocerlo en su totalidad y de manera definitiva. Podemos aproximarnos a él, pero nada más. ¿Se trata entonces de un amor inconcluso? No, más bien de un amor en proceso, el amor que está sucediendo en estos momentos.
"Te estoy amando" ¿Qué más se puede pedir? Aqui no hablamos de un sentimiento estacionado o inamovible, sino del amor que fluye, activo e inacabado, el amor haciéndose a fuego lento.
El gerundio, en este caso, habla de un amor que avanza, incluso a contracorriente. Es el amor testarudo que no se duerme en los laureles- si es que hay laureles. Es el amor que pasa y que nos pasa.
Prefiero el gerundio, me gusta su movimiento, la caricia de su ritmo, la cadencia del tono que se me antoja portugués.
Algunos afirman que el gerundio no está de moda y puede ser que sea así, pero el "amar amando! del que hablo no pretende la estética ni el preciosismo literario sino que hace referencia a la vivencia armorosa que inevitablemente transcurre, se transforma y nos contagia.
Y es que, como lo percibo a veces casi literalmente, el amor es un ser vivo que respira.
Walter Riso.
Psicólogo y catedrático
Autor de : Amar o depender, Los límites del amor.
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