Rescatar al niño interior II


Luz sobre el maltrato

Qué se considera maltrato:
Las humillaciones, zurras en el culo, golpes, bofetadas, traiciones, abusos sexuales, mofas, burlas, desatenciones.. todas son formas de maltrato, porque dañan la integridad y dignidad de un niño, aunque sus consecuencias no sean visibles inmediatamente. Como adultos, la mayoría de los niños maltratados sufrirán ( y permitirán que otros sufran) por estos daños.

Cómo afecta al cerebro:
Casi todos los niños reciben algún cachete durante sus tres primeros años de vida, cuando empiezan a caminar y a tocar objetos que no pueden ser tocados. Esto sucede precisamente en un periodo en que el cerebro humano construye su estructura y, por lo tanto, debería interiorizar amabilidad, sinceridad y amor, pero en ningún caso crueldad y engaño.

Un círculo vicioso:
Los niños maltratados asimilan muy rápidamente la violencia que soportaron,y pueden incluso idealizada y aplicarla después en su función de padres al creer que merecían esos catigos y que fueron golpeados por amor. No saben que la única razón para el maltrato que tuvieron que soportar es que sus propios padres recibieron y aprendieron la violencia sin ser capaces de ponerla en cuestión. Más adelante, los adultos que fueron niños maltratados expresan violencia sobre sus hijos y sienten gratitud hacia unos padres que los maltrataron cuando eran pequeños e indefensos.

Protegerse mediante el olvido:
Esta inversión de papeles, idolatrar al maltratador y culpar a la víctima, se ve reforzada por un mecanismo de defensa característico: el olvido. El niño que crece en un entorno abusivo tiene prohibido expresarse a sí mismo y expresar su rabia. Como soportar ese dolor a solas es demasiado duro para él, se ve forzado a olvidar sus sentimientos, a reprimir los recuerdos traumáticos y a idealizar a quienes son realmente los autores de esos abusos. Aprenden a no recordar como medida de defensa.

Se almacena en el cuerpo:
Las experiencias traumáticas que se reprimen encuentran su forma de expresión en el cuerpo. De forma incosciente, la tensión se acumula y tarde o temprano sale a la luz en forma de angustia, ansiedad y de enfermedades psicosomáticas. El cuerpo del adulto puede manifestar ese episodio de violencia que sufrió de niño y que no ha sido capaz de expresar de manera consciente porque no se atreve a acusar a sus padres.

Encontrar ayuda:
Para superar esta situación, el adulto que fue un niño maltratado debe contar con la escucha empática de una persona que le ayude a tomar conciencia de lo que su cuerpo ya sabe. Una persona que ya haya tenido éxito en recorrer ese camino por sí misma porque ya tuvo la oportunidad de encontrarse con alguien que le ayudara. La persona maltratada tiene que saber que son los demás los que fallaron, y no ella.

Un cambio social:
El hecho que socialmente todavía sea tolerado el castigo infantil y la violencia contra los niños, aunque sea en forma de cachetes disciplinarios y bajo la excusa de que es "por su bien" no hace más que perpetuar la rueda de la violencia generación tras generación. El día en que admitamos que cualquier forma de violencia es intolerable y la sociedad deje de amparar a los adultos frente a los niños, se habrá abierto un camino hacia la paz.

Para saber más:
La mayoria de las obras de Alice Miller han sido editadas en castellano por Tusquets, como el Drama del niño dotado, El saber proscrito o Por tu propio bien. Su última obra, también traducida al español, es El cuerpo nunca miente, e indaga en la relación entre la enfermedad y los traumas reprimidos.

Mente Sana

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